QUILMES- El reciente acuerdo
alcanzado con la Corporación Antiguo Puerto Madero develó un nuevo as escondido
bajo la manga del Intendente de Quilmes, y lo situó en el excelentísimo papel
de operador directo sobre las directivas impartidas por los lisonjeros de las
transnacionales y el empresariado servil a sus intereses.
No se trata sólo de la
Corporación tan referenciada con el menemismo y amiga estrecha de kirchneristas
y macristas por igual. Conviene develar qué grandes negocios se han escondido
bajo el ardid del “progreso para todos y todas”, y que en definitiva,
contrariamente a toda proyección “nacional y popular”, han descubierto la
marcha del distrito hacia su propia conversión como ciudad diseñada por las
transnacionales. Existen innumerables crónicas y materiales dispuestos por la
Asamblea en Defensa de la Costa de Bernal-Quilmes-Avellaneda y de entidades en
defensa del medio ambiente que dan cuenta de las graves consecuencias que
traerán aparejadas estas iniciativas que priorizan los negocios por sobre las
condiciones de vida de miles de quilmeños.
El as bajo la manga de
Gutiérrez demostró nuevamente su ambición desmedida y el obsecuente apoyo de toda
su “milicia” de corruptos que, en nombre de cínicos e inexplicables argumentos,
avalaron desde el Concejo Deliberante todo negocio privado. Naturalmente, un
importante número de concejales acudieron consecuentemente al llamado de la
hora de todas las iniciativas que se pergeñaron desde las usinas de los
sectores financieros y especulativos. Se inscribieron en la historia, de esta
forma, los planes de Techint, Jumbo, Carrefour y Corporación Antiguo Puerto
Madero, por nombrar los más destacados.
¿Y la resonante consigna de
combatir al capital? ¿Y las historias narradas de resistencias, luchas
sindicales y consecuencia militante atesoradas con nostalgia bajo la trabajada
cabellera del jefe del bloque Claudio González? Bien, gracias. El baúl de los
recuerdos suele atesorar más que dádivas de la historia de los últimos 40 años
y soslayar arteramente un presente que, lejos de audacias pasadas, los
arrodilla ante el poder de las transnacionales y la ambición por el botín que
dejan las iniciativas privadas.
La bochornosa sesión que dio
“vía libre” a la intervención de la Corporación Antiguo Puerto Madero fue
seguida por otra que, igual de bochornosa, demostró el temor de algunos
concejales acostumbrados a legislar desde las sombras, o escondidos tras
patotas o vallas. La irrupción de la Multisectorial y de un conjunto de
compañeros de la OLA en dicha sesión adelantó dos aspectos claves: en primer
lugar, que los concejales de aprobar estas iniciativas serán repudiados; y en
segundo, que el acuerdo con la Corpo Puerto Madero será resistido hasta ser
vencido por la resistencia popular. En este sentido debemos resonar que el
Proyecto Nueva Costa del Plata que auspiciaba la intendencia y Techint, sufrió
un desenlace trágico para aquellos que saborearon jugosos y gentiles sobornos
para aprobar rápidamente la rezonificación de la zona y emprender un
multimillonario negocio inmobiliario sobre tierras que, además, habían sido
obtenidas durante la última dictadura militar y el menemismo.
Luego de pasar revista sobre
estos hechos, recuerdo las palabras de la concejala Eva Stolzing invitándonos a
“ganar elecciones” y a “no protestar”, o la negativa del Presidente del Concejo
José Migliaccio a escuchar el planteo de nulidad del Convenio con la
Corporación durante la sesión. Ambas expresiones tiene su origen en la poca
vergüenza que aún ostentan quienes reclaman para la Patria un sinfín de
negocios para empresas extranjeras o “locales” asociadas a las transnacionales,
o que reprimen con la acción policial y la patota, o que intimidan
ineficazmente para contener la protesta popular. Se equivocan de camino al
seguir ciegamente las indicaciones de las “alturas”, ejercitando el deshonor de
ser “pichones” de las grandes entregas usureras a Chevron, Barrick Gold,
Osisko, Panamerican y a otras tantas transnacionales que dirigen los destinos
del país.
Sabemos que algunos
concejales de Gutiérrez y títeres de show como Susi Paz o Dubrocca se irritan
furibundamente cuando sostenemos la defensa de lo público, cuando nos
pronunciamos por el resguardo de una costa para el pueblo y no para las
transnacionales y los ricos que viven tras los altos muros de los barrios
privados -que los separan de las villas miseria-, cuando decimos democracia
directa o justicia social. Y sabemos también que la infamia mediática de
quienes se enriquecen desaforadamente con estos emprendimientos privados y con
el saqueo del botín estatal significa cotidianamente, entre varias cosas, la
humillación de miles y miles de quilmeños que no tienen acceso a la vivienda, a
la salud, al trabajo genuino o a una educación digna. ¿Por qué el intendente y
sus secuaces no se preocupan por abordar estas problemáticas para erradicarlas
definitivamente?
En lugar de aconsejar “ganar
elecciones” y contar anécdotas deberían pensar en anular el acuerdo marco entre
la Corporación Antiguo Puerto Madero y la Intendencia, o encerrarse en plena
fortaleza enemiga y prepararse para defender los negocios de la corpo del
asedio popular.
NULIDAD DEL ACUERDO MARCO
ENTRE ANTIGUO PUERTO MADERO Y LA INTENDENCIA QUILMEÑA
LA COSTA PARA EL PUEBLO Y NO
PARA LOS NEGOCIOS PRIVADOS
SEAMOS LIBRES, LO DEMÁS NO
IMPORTA NADA
* Integrante
del Secretariado Nacional de la Organización para la Liberación de Argentina -
OLA
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