El
próximo 8 de octubre se cumplen 46 años de la caída en combate del Comandante
Ernesto Che Guevara. El pensamiento y la acción del Guerrillero heroico guiaron
generaciones enteras de revolucionarios. La fuerza de su ejemplo, extendido en
todo nuestro continente, perduró a la leyenda, al mito, a la comercialización y
a los honores a destiempo.
Ser
como el Che fue el aliento a cientos y cientos de revolucionarios que, al igual
que Raúl Pellegrín, Cecilia Magni, Miguel Enríquez, Mario Roberto Santucho,
Inti Peredo y Raúl Sendic, se reconocieron en el legado del Comandante y
revitalizaron la lucha en nuestra América para enfrentar y derrotar al
imperialismo.
Los
46 años transcurridos no deterioraron la vigencia de sus planteos estratégicos
y la convocatoria certera a destruir al imperio por medio de la lucha de los
pueblos: “La participación que nos toca a nosotros, los explotados y atrasados
del mundo, es la de eliminar las bases de sustentación del imperialismo:
nuestros pueblos oprimidos, de donde extraen capitales, materias primas,
técnicos y obreros baratos y a donde exportan nuevos capitales –instrumentos de
dominación–, armas y toda clase de artículos, sumiéndonos en una dependencia
absoluta.” (Mensaje a la Tricontinental, 1967)
La
dimensión que adquiere en tiempos actuales la construcción de una estrategia
revolucionaria continental exige consolidar los aportes nacionales que permitan
levantar el proyecto revolucionario que, desde nuestro suelo americano,
comience a derrumbar las plataformas de sustentación del sanguinario e inhumano
imperialismo.
Es
alentador el extenso movimiento popular, anticapitalista y antimperialista que
se desarrolla en nuestro continente, consolidando un aguerrido sentimiento
contra las políticas del imperio y las transnacionales, que hunden sus garras
sobre nuestros países dependientes. Estos procesos construidos desde la
diversidad de tradiciones, culturas de los pueblos e identidades, se han
expresado de diversas formas que abarcan desde la insurgencia armada hasta el
acceso a conquistas populares por la vía electoral y su necesaria defensa por
medio de la fuerza. Allí están los combatientes farianos y elenos en Colombia,
los guerreros epepistas en Paraguay, el proceso antimperialista y bolivariano
en Venezuela, la persistente Cuba Socialista y una extensa variedad de
experiencias en la resistencia popular.
Estos
46 años acreditan que la unidad de las fuerzas revolucionarias del continente
es una deuda pendiente que debe ser abordada. Es imposible pensar en los cambios
radicales que den solución a la gravísima crisis de la humanidad y del planeta
sin la necesaria unidad revolucionaria, y la solidaridad, cooperación y unión
de los pueblos. Es tiempo de ir abriendo caminos, partiendo de la premisa de
que habrá revolución socialista triunfante a condición de la lucha, la
coordinación y la ofensiva de todos nuestros pueblos organizados.
Las
organizaciones firmantes saludamos con hermandad y solidaridad la conmemoración
de un nuevo aniversario de la caída de nuestro Comandante Ernesto Che Guevara
en Nuestra América y en cada rincón del mundo, convencidos del camino trazado
para preparar los combates del presente y del futuro, para construir
victoriosas revoluciones.
Frente Patriótico Manuel Rodríguez, FPMR de Chile
Organización para la Liberación de Argentina, OLA
Ejército del Pueblo Paraguayo, EPP
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