viernes, 10 de febrero de 2012

Áreas de Autogestión, Participación y Movilización Popular

PRINCIPIO: cada Área de Autogestión, Participación y Movilización Popular deberá promover la participación y el sostenimiento de las políticas propuestas en cada lugar en que desarrollamos la Corriente del Pueblo, impulsando, sobre todo, la interconexión de las distintas Áreas involucradas en la construcción del Poder del Pueblo en los barrios, diseñando y ejecutando proyectos de desarrollo integral, involucrando al conjunto de l@s compañer@s, con una mayor acción de la comunidad organizada.


Introducción

La velocidad con la cual se están destruyendo las condiciones que hacen posible la vida en el planeta no sólo no se ha frenado, sino que se ha acelerado en las últimas décadas, dando cuenta de que este modelo civilizatorio, de producción, distribución y consumo es absolutamente incompatible con la preservación de la vida en el planeta. Los cambios climáticos no operan en términos lineales. No es posible prever en qué momento alteraciones graduales pueden llegar a puntos de quiebre, a rupturas con efectos catastróficos que pongan en peligro la vida a corto plazo. Adicionalmente, mientras mayores sean las dinámicas destructivas, menores serán las posibilidades de respuesta y adaptación a estas nuevas condiciones planetarias.

En lo que puede ser caracterizado como el asalto final del capital a la llamada “naturaleza”, las principales resistencias a este modelo depredador, a este proceso de acumulación por desposesión, debe nacer de pueblos y comunidades que sostengan su vivencia rescatando las experiencias del mundo tradicional. Son estas experiencias, estas memorias colectivas de que es posible vivir de otra manera, las principales reservas políticas y culturales con las cuales cuenta la humanidad para cuestionar y resistir el avance de este modelo depredador y destructor de la vida.

Tenemos  por delante la construcción del poder del pueblo, compleja experiencia que no debemos demorar, priorizando en cada localidad el armado de las Áreas de Autogestión, Participación y Movilización Popular, que nos permita por un lado contener desde su protagonismo al conjunto de la fuerza organizada y por otra parte darle canales de participación directa a miles de vecin@s que aún no se organizan con nosotr@s, con quienes debemos hacer nuestros primeros pasos hacia la construcción de poder real en cada uno de los lugares en que se organiza la Corriente del Pueblo.

A su vez debemos entender nuestra organización como el espacio fundacional de un nuevo modelo civilizatorio, sosteniendo colectivamente tradiciones ancestrales que recuperen el sentido de vida, el sumak kawsay (el buen vivir) del que hablan los pueblos indígenas andinos, replanteándonos las relaciones entre los seres humanos y la naturaleza, vinculándonos desde una vivencia de respeto con la naturaleza, luchando  por sus derechos y  armonizando nuestra relación reconociendo su dimensión espiritual.


¿Qué se proponen las Áreas?

Las acciones impulsadas desde las Áreas deben ir convirtiendo gradualmente a la Corriente del Pueblo en mucho más que un partido, y en poco menos que un Estado. Nuestra organización, desde lo que hacemos, debe ir calando en la conciencia del conjunto de la sociedad.

Es por eso que nuestros esfuerzos se sostienen desde un “espíritu de sacrificio”, asumiendo en esta primera etapa el ambicioso reto de dotar a nuestra organización de una sólida red de prestación social, fundando “cuadrillas solidarias”, prestando asistencia, enfocadas al sector de la salud y a la construcción de una compleja fuerza que plasme la participación y el compromiso del pueblo que organizamos.

Sostendremos, en el tiempo, políticas de Autogestión que nos permitan la construcción de centros de salud y escuelas, ofreciendo formación a jóvenes y mujeres, generando trabajo para los desempleados y facilitando que quienes más se comprometan sean promocionados para tomar responsabilidades. Lograremos en los próximos años un fuerte arraigo social, si expresan afinidad y compromiso con nuestro proyecto, familias enteras deben pertenecer a nuestra organización.

En la construcción de las Áreas y en el trabajo específico que impulsa cada una de ellas hay dos factores que contribuirán a apuntalar la victoria popular de la Corriente del Pueblo entre la población: el historial de honestidad y transparencia que logremos labrar hacia dentro de nuestra propia estructura (debemos ser sin medias tintas una organización que combata la corrupción en todas sus formas) y el programa de acción y ayuda social que sostengamos paralelamente al crecimiento político que tengamos.

La Corriente del Pueblo, sus dirigentes, cuadros políticos y militantes, deben mostrar su determinación en cada barrio, comunidad y ciudad en la que se organizan, como decíamos anteriormente el valor agregado de nuestra fuerza radica en su gente, en su “espíritu de sacrificio”, en su disposición a dar pelea ante las trabas que surjan, sostenidos desde valores que expresen la fuerza de la montaña y que vayan a contramano de la locura de la sociedad actual.

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