lunes, 1 de febrero de 2016

Aumentos tarifarios y de servicios en el sector energético.

Subsidios y quita de los mismos garantizan un piso sideral de ganancias a las empresas privadas del sector, que sin condicionamientos impiden la soberanía energética.

Por Ali Rida Eric Peralta*


No se sostiene una política de interés nacional y con garantías de derecho para el pueblo sin enfrentar verdaderamente los privilegios construidos durante décadas de gestiones liberales, que vaciaron el Estado entregando el usufructo de nuestros recursos y bienes comunes a manos extranjeras.

Los subsidios al sector energético bajo la premisa "la energía es un derecho" debió ser más seria, la recuperación de la energía, el corte de las concesiones hechas a empresas privadas extranjeras que con subsidios o sin los mismos siguen teniendo ganancias millonarias, sin inversiones en el sector, confirman que antes y ahora no hubo intencionalidad efectiva de que la energía sea un derecho, yendo a una profunda política desde el Estado que lo garantice, ya sea desde la nacionalización de todas las ramas del sector, cómo así también con la generación estatal de energías limpias y renovables, que no impidan condicionamientos a un derecho del pueblo y también de la naturaleza.

La aplicación de subsidios para alivianar los costos en la población puede ser una primer medida desde un gobierno que asume, pero de ninguna manera esto se puede extender más de una década, si lo que se busca es verdadera soberanía e independencia, la nacionalización de los recursos estratégicos bajo la administración del Estado y la gestión de los trabajadores del sector y el pueblo es el camino.

Cómo también lo es comenzar a realizar alguna autocrítica en serio sobre lo que han sido estos 12 años de gestión kirchnerista, más de una década en la que los principales beneficiados por el liberalismo económico y las políticas de entrega no solo, no han sido afectados, sino que además se le generaron garantías con fondos públicos para que continúen con sus ganancias siderales, como también legislación para que trasnacionales y multinacionales tengan los escenarios legales para continuar condicionando el presente, Monsanto y Cargill, al igual que Chevron y tantas otras han contado en la Argentina con el terreno libre a sus mega proyectos, sin más que algunos condicionantes, que distan mucho de ser medidas proteccionistas.

Los aumentos tarifarios y de servicios que hoy se han hecho efectivos en el sector energético por la quita de subsidios que ha decretado el gobierno ultraliberal de Mauricio Macri son parte de un problema mucho más profundo, y corresponden a la privatizada y extranjerizada matriz energética y la nula diversidad en su generación.


*Secretario General de la OLA-Organización para la Liberación Argentina.