domingo, 29 de marzo de 2015

Yemen frente a la unificación de fuerzas pro occidentales.



Ali Rida Eric Peralta*

Los regímenes árabes pro occidentales han sido obnubilados por el materialismo decadente al que los invitan sus aliados, con la reciente creación de la fuerza militar conjunta definida contra Yemen, el eje sionista-americano contará, según el plan convenido, no solo con fuerzas terroristas extendidas y enfrentadas a las principales resistencias al proyecto-mundo de occidente, sino también con el apoyo explícito de quienes siempre han permanecido detrás de bambalinas en el teatro de operaciones ideado para Oriente Medio por yanquis, israelíes y la Europa de la decadencia.

Hoy esos líderes se muestran abiertamente en el escenario ideado para la región, convidados en el reparto del mundo que se quiere llevar adelante desde el apartheid global, materializando para ello la orden de golpear y derrotar al eje de la resistencia, e impedir la autodeterminación y la estabilidad de cualquier otra nación que les ofrezca batalla, como sucede en estos días con la lucha sostenida por los hermanos shiítas de la milicia de Ansarolá y el sacrificio de todo el pueblo yemení contra los opresores, que ven en la geografía de esta nación el punto estratégico para la continuidad de sus planes en la región y sobre todo para la acumulación de fuerzas en contra de la República Islámica de Irán, clara influencia para los oprimidos.

Para esto la liga árabe y las potencias a las que sirven se valen de falsos eslóganes y difamaciones que lo único que evidencian son los sucios intereses que persiguen.

La dinastía wahhabita, que jamás ha tirado un solo tiro contra los responsables de la ocupación y opresión en Palestina, que jamás condeno siquiera las masacres y el plan de exterminio celebrado por la entidad sionista, hoy cuenta con en beneplácito de líderes de las principales batallas que ha dado palestina y su resistencia, como si se olvidarán que dinastía wahhabita ha estado siempre enfrentada a las naciones y organizaciones que se han solidarizado con la causa Palestina.
Irán-Hezbollah-Siria han visto como los líderes sauditas han financiado y legitimado las creaciones de la CIA y el Mossad para partir la región, fracturar la unidad de naciones y organizaciones de la resistencia, masacrando pueblos con el solo objeto de quedarse con sus riquezas.

Para ello la voluntad manifiesta de estos ataques al pueblo yemení y las acciones terroristas de los grupos takfiries-wahhabitas en toda la región, esbozando el reordenamiento del mapa que pretenden las potencias occidentales de la mano de sus aliados árabes.

Las crecientes muestras de islamofobia alimentadas por usinas de propaganda de las principales potencias, al igual que las recientes declaraciones del mandatario egipcio, son una muestra de hacia donde se enfilan las agresiones al mundo islámico; en su visita a la Universidad Al-Azhar para abordar el papel de la referencia religiosa, Al-Sisi dijo que había llegado la hora de reformar el Islam, ganándose la ovación occidental, Al-Sisi sostuvo en su alocución que la Umma “será dividida violentamente, destruida y enviada al infierno" expresando con vehemencia los deseos y pretensiones de las potencias occidentales.

La crisis civilizatoria que atraviesa a la sociedad moderna tiene resolución en las tradiciones espirituales, el Islam, tan caro culturalmente para occidente, expresa desde su resistencia, particularmente shiíta, la victoria de los oprimidos del mundo sobre los arrogantes y poderosos, sin dudas que en Oriente Medio se dan hoy todas las batallas, lo lamentable es que en ese escenario algunos líderes han optado por los arrogantes, usurpadores y opresores, elegiendo el camino de la humillación.

"Y encontrarán ante ellos lo que hicieron" nos dice el Sagrado Corán, la riqueza de la que se apropian, los corazones de los creyentes que queman, la opresión que extienden contra sus propios hermanos, solo Allah sabe que aquello que hacen será el castigo que se han preparado para si mismos.

La victoria será de quienes no se extravían, inshallah.


*Integrante del Centro Islámico de Jujuy, Secretario General de la OLA - Organización para la Liberación Argentina, docente del Instituto Taki Onqoy.

martes, 24 de marzo de 2015

1976 24 de marzo 2015 - Contra el imperialismo donde quiera que esté.

Contra sus golpes de estado y el saqueo a nuestros pueblos.

Contra la intervención imperialista en la República Bolivariana Venezuela.

POR 30.000 COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS DESAPARECIDOS
  
Hace 39 años Latinoamérica, África, Medio Oriente y Asia Sudoccidental, estaban gobernadas por dictaduras militares. Destacándose Nuestra América sólo porque en la casi totalidad de sus países, esos regímenes surgieron de golpes de estado. Mientras desarrollaban políticas similares en otras regiones del mundo, el imperio estadounidense sostenía el plan Cóndor que contemplaba la instalación de dichas dictaduras en toda la región. Experiencias del complot imperialista contra los pueblos que intentaban transitar una senda de liberación e independencia.

La intervención solapada o el lizo y llano accionar imperial y sionista a través de mercenarios y sicarios takfiris, y la financiación de grupos “rebeldes” en Siria pretendiendo hacer de esta una cabeza de playa para avanzar sobre la República Islámica de Irán,  así como la intervención militar que pretende el imperialismo yankee en la Venezuela Revolucionaria, esgrimiendo motivos absolutamente falsos como el de "ayuda humanitaria", la “condena” a funcionarios Bolivarianos, o la declaración de amenaza con que el senado y el gobierno de los EEUU agravia a Venezuela, no deben ser pasadas por alto, ya que han sido ellos mismos los responsables de la destrucción de pueblos y asesinatos selectivos, que combinan movilizaciones de sectores opositores e intervención directa de narcotraficantes y líderes políticos de las derechas del continente.

Esta nueva agresión en marcha ha convulsionado al mundo y provocado innumerables reacciones, nuestro pueblo no debe ser la excepción. El gobierno revolucionario y el pueblo y las Fuerzas Armadas Bolivarianas de Venezuela son ejemplo de la lucha que debemos dar contra las potencias arrogantes.

Qué podría pasar en Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador o Nicaragua si el complot imperialista de ayer y hoy encontrará nuevamente la manera de darle una salida  a sus intereses en la región? Es precisamente en ese sentido que la lucha de 30.000 compañeros y compañeras desaparecidos/as sigue vigente y cobra inmensa importancia como así también cobra importancia que paguen los culpables de la desaparición de Julio López, del asesinato de Mariano Ferreira, de los crímenes de Soldati, los hermanos Qom, por mencionar solo algunos ejemplos.

Los juicios y condenas, logrados luego de décadas de lucha y exigencia, a los represores de la dictadura, deben ser la punta de lanza para acabar con la impunidad en nuestro país.

La lucha contra el imperialismo en todas sus formas y donde quiera que este, contra sus socios nativos, sus intervenciones, sus golpes de estado, sus bases militares, sus monopolios, sus bombas, su saqueo, luchar contra el imperialismo es también la lucha por trabajo, vivienda, tierra, salud, educación, y más aún es luchar por nuestra liberación e independencia.

La lucha por la conquista de los derechos y libertades pertenece a nuestros pueblos y responde a los medios que consideremos necesarios, sin intervenciones de las corporaciones del poder y del dinero, menos aún, de origen foráneo.

Nuestra lucha es por justicia, uniendo la voluntad revolucionaria de nuestros hermanos y hermanas latinoamericanos, por la revolución nacional y de la patria grande, hacia el socialismo del XXI.

HACIA UNA FUERZA INDIGENISTA Y PATRIÓTICA

OLA-Organización para la Liberación Argentina

Corriente del Pueblo –Organización Campesina “La Peñaloza” – Instituto Taki Onqoy

martes, 17 de marzo de 2015

El eje sionista-americano, el verdadero terrorismo.

La intensidad y continuidad de la violencia impulsada por las bandas armadas impostadas en Oriente Medio, y en particular las acciones contra la influencia directa de la resistencia a estas agresiones, la República Islámica de Irán, buscan mellar el corazón de la resistencia islámica a esa propuesta de apartheid global impulsado por el proyecto-mundo-occidente que representan particularmente la entidad sionista y el imperialismo norteamericano, junto a sus aliados menores de las potencias europeas, impulsando también acciones contra las naciones de Nuestra América.

 Ali Rida Eric Peralta*

En el nombre del desarrollo y la prosperidad, la defensa de la libertad y los derechos humanos y otros lemas falsos, las principales potencias impulsan ataques permanentes sobre pueblos y gobiernos, la independencia y sus fronteras son violadas por grupos financiados e impostados en territorios de distintas partes del mundo, el eje sionista-americano golpea selectivamente contra los procesos no funcionales a sus políticas y propuesta civilizatoria.

Ahogando regiones enteras del mundo en el caos profundo, derramando sangre y asesinando, compitiendo en las formas de exterminio, compitiendo en la crueldad de los métodos, y lo hacen para saquear a las naciones y tragarse sus riquezas y el producto de sus labores, poniendo bajo su sometimiento a los países en los que logran intervenir.

En ese plan de dominio integral que pretenden instalar globalmente, no escatiman recursos, ni acciones de un programa sostenido a rajatabla, desarrollando en cada región planes coincidentes, programas de acciones que parecieran no tener relación entre sí, así entonces aparecen frente a las realidades de los pueblos y gobiernos de distintos continentes dilemas a resolver que lejos de funcionar aisladamente, la elite mundial los ha promovido aquí y allá con precisión detallada.

Como hemos visto, el creciente desprestigio de los países centrales y los organismos internacionales que legitiman sus políticas ante los pueblos y comunidades del mundo, ha generado la sustitución, cuando les es posible la combinación, de la injerencia directa de sus fuerzas militares, por las tácticas de guerra no convencional. 

En aquellos países que, contando con recursos naturales y estratégicos, se transitan procesos desde los intereses nacionales y de integración regional, administrando desde los estados los bienes energéticos, minerales, hídricos, es donde la intervención imperialista ensaya de manera continua los actos de sabotaje, las acciones armadas, ataques selectivos, la insurrección de grupos rebeldes, la infiltración en los movimiento de masas como en los órganos de los estados, buscando sostenidamente la desestabilización y el desgaste de aquellos gobiernos que transitan procesos independientes al capital financiero internacional y sus trasnacionales, y fundamentalmente a contramano de los intereses del complejo empresarial-militar norteamericano e israelí.

El eje de la resistencia en Oriente Medio, y los gobiernos y pueblos de Nuestra América, particularmente aquellos que impulsamos la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, enfrentamos un enemigo en común.

El capital trasnacional persigue la liberalización absoluta del comercio de bienes y servicios e inversiones, desde allí que las potencias occidentales tratan de lograr sus objetivos estratégicos a través de implosiones internas, impostando grupos armados, inyectando y financiando a sectores políticos y sociales opositores, como así también a los circuitos de la economía criminal, narcotráfico, redes de trata y tráfico de armas, sosteniendo paralelamente usinas de propaganda y guerra psicológica sobre la población mundial, a fin de generar corrientes de opinión favorables a sus planes.

La corriente takfiri y sus grupos terroristas ideados desde la CIA, la Mossad y Gran Bretaña, se  extiende desde hace 15 años en toda la región árabe, adquiriendo capacidades de un estado, promoviendo y difundiendo sus ideas en todo el mundo,  estableciendo escuelas y universidades, creando centros de investigación, periódicos, editoriales y canales por satélite.

A ojos vista, que las intervenciones en los territorios de estos grupos se vinculan a los circuitos de la economía criminal, alimentando los principales ingresos de la economía global del capital financiero internacional, narcotráfico, redes de trata de personas, tráfico de órganos y armas, son las principales denuncias realizadas por organizaciones humanitarias y los gobiernos y grupos que resisten a las agresiones, apuntando contra Israel y Estados Unidos.

Los terroristas del Frente al Nusra y el llamado Estado Islámico expresan con sus blancos y métodos elegidos, la afinidad de estas bandas criminales con los planes del eje sionista-americano, quienes buscan encaminarse abiertamente contra el eje de la resistencia expresada fundamentalmente en las fuerzas patrióticas sirias, en la organización libanesa de Hezbollah, y en el sostén de todas las expresiones de la resistencia a los planes occidentales, incluido Hamas y el Yihad Islámico en Palestina, que desde hace cuatro décadas representa el Irán revolucionario.

 
Por otra parte nuestro continente, no es ajeno a los cimbronazos y disputas en el orden internacional, las amenaza de una posible agresión de EEUU contra Venezuela, sostenida por los planes de desestabilización de las clases dominantes nativas y el capital trasnacional, articulando grupos paramilitares, narcotraficantes y sectores civiles, junto a sectores políticos opositores buscando condicionar, o directamente derrocar al gobierno; estos planes orquestados por Norteamérica son acompañados por la europa de la decadencia que una vez más, como lo hace en las intervenciones de Oriente Medio,  cierra fila con el imperialismo norteamericano.

En ese sentido cabe recordar también el papel de los sectores socialdemócratas, referenciados en la figura de Pablo Iglesias, este alfil del recambio en España hace apenas semanas estuvo reunido con funcionarios norteamericanos para discutir la agenda de Nuestra América donde la mirada sobre Venezuela fue parte de los puntos acordados.

Ha sido el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, en una reunión mantenida en la capital persa, con el mandatario venezolano, quien puso de relieve el papel de la Revolución Bolivariana afirmando que “la hostilidad de la hegemonía mundial con Venezuela deviene de las valientes posturas de ese país y su influencia estratégica en toda América Latina”.
 
Una pieza más en los planes regionales del sionismo, ha sido en nuestro país la muerte del Fiscal Alberto Nisman, donde puede observarse el accionar del Mossad de la entidad sionista y la CIA norteamericana, que al igual que en otros lugares del mundo, pone en función operaciones en las que no dudan en eliminar, o sugerir el suicidio,  incluso a algunos de sus operadores.

La muerte del fiscal Nisman quien fuera cercano al kirchnerismo en sus primeros años, genera significantes en el ideario social, que parecen responder a un único plan, seguir condicionando desde adentro al gobierno nacional y su política exterior, y a su vez sostener localmente la estrategia general de las potencias occidentales de difamar al Islam, y con ello buscar apagar la explosión de luz que ha significado la República Islámica de Irán.

Es cierto que el sionismo y sus planes en esta región del mundo han encontrado un aliado, más allá de su juego pendular, las principales políticas del gobierno nacional han legitimado y amparado su accionar, las trasnacionales del saqueo, los funcionarios agentes del sionismo, la no expulsión y el cierre de las instituciones israelíes en nuestro país luego de los crímenes de lesa humanidad perpetrados contra la población Palestina por el régimen israelí de ocupación, como la aceptación de la intervención sionista en nuestro territorio de fuerzas militares de exploración que ocupan la Patagonia y otras regiones, confirman la real incidencia del sionismo en la política interna.

Pero lo que más preocupa a las mafias israelíes es su creciente desprestigio ante los pueblos por sus violaciones continuas de los derechos más elementales, la creciente simpatía que se ha ganado la causa Palestina, y sobre todo la influencia iraní sobre los oprimidos del mundo y el apoyo que la nación persa brinda a los principales focos de resistencia en Oriente Medio.

El accionar de organizaciones terroristas, creadas por el Mossad, la CIA y Gran Bretaña en cualquier lugar del mundo, como ha sucedido recientemente en Francia, responde a esta estrategia de apartheid global, autoatentados y fuerzas mercenarias entrenadas y financiadas por las potencias occidentales seguirá siendo el escenario que se repetirá globalmente.

Dilucidar este escenario y preparar a los pueblos ante el caos al que pretende arrastrarnos la elite internacional es tarea fundamental de los gobiernos, siempre y cuando estos tengan el coraje y la intención de patear el tablero de ese nuevo orden mundial que occidente busca crear eliminando a 3/4 partes de la población mundial, los planes para el apartheid global siguen en marcha.

Los defensores del genocidio de esta época están entre nosotros y como organizaciones del pueblo tenemos toda una batalla  que dar, por un lado, de movilización y lucha social contra el saqueo que la entidad sionista realiza en nuestro territorio con sus trasnacionales, y cultural para que el velo de la verdad se imponga sobre tanta hipocresía institucionalizada y adoptada por algunos sectores de una ciudadanía desorientada y atravesada por las dinámicas de un modelo civilizatorio que nos imponen planetariamente.


*Secretario General de la OLA-Organización para la Liberación Argentina

sábado, 14 de marzo de 2015

Indianismo, elemento componente de revolución y espiritualidad en Abya Yala*



La realidad de Nuestra América y la de Argentina en particular, no se circunscribe exclusivamente a la realidad político económica del continente, ya que de hecho, el proyecto mundo-occidente con proa hacia el apartheid global que el imperialismo impone, tiene su correlato en la región de la mano de los planes que desarrolla y sostiene a nivel planetario, con sus consecuencia en nuestros pueblos y comunidades, ofreciéndonos un panorama complejo y difícil en el terreno de la relación identidades-culturas populares-lucha política, pero a la vez, y quizás por eso mismo, necesario sostener en el camino inverso: lucha política-culturas populares-identidades.


OLA-Organización para la Liberación Argentina
 
En nuestro continente el proceso de aculturación no terminó con la bárbara conquista española del siglo XVI. Además de sufrir nuestros pueblos y comunidades, las consecuencias nefastas de los movimientos reaccionarios como el protagonizado por las oligarquías en la constitución de los estados liberales, las dictaduras fascistas y las democracias de mercado; también se consolido a través de los intentos “modernizadores” de carácter progresista, tales como las revoluciones democráticas españolistas, las guerras de independencia y las guerras civiles, los movimientos populistas de masas e incluso gran parte del movimiento revolucionario.

En este último caso, el de los procesos históricos progresistas, si bien enarbolaban propuestas de redención social y en menor medida, lograron constituir proyectos más justos en términos redistributivos, no pudieron escapar a su propia lógica de genocidio cultural, toda vez que implicaron un proceso de occidentalización masiva y forzosa de los pueblos latinoamericanos. 


Un ejemplo paradigmático es el de la reducción conceptual –por lo tanto material en los hechos- del indígena a la categoría de campesino, buscando uniformizar a los oprimidos en función de su potencial relación en la matriz general de desarrollo capitalista y socialista modernos. La comunidad indígena buscaba asimilarse entonces al de “colonia” de criollos que trabajaban la tierra, consistiendo su relación con ella, entre los miembros de su comunidad, y de esta comunidad con el resto de la sociedad, apenas una anécdota, cuando no un obstáculo a sortear mediante el aparato educativo y cultural del estado. 

Esta composición histórica de “acriollamiento” de una parte de la población, que no es otra cosa que la consecuencia del proceso de occidentalización forzada, conformó paralelamente a las culturas oprimidas u olvidadas por siglos, un amplio movimiento popular de pobres, explotados y oprimidos de carácter híbrido, fruto del carácter torcido del desarrollo nacional latinoamericano, reforzado por las sucesivas oleadas inmigratorias europeas del siglo XIX y XX.

Esta sociedad criolla latinoamericana, es la protagonista indiscutible de las luchas políticas y sociales de la edad moderna, a cuyos márgenes siempre excluyó a nuestra mayoría nacional de hermanos indígenas, con el curioso y coincidente rótulo común de “atrasados” con el que las clases dominantes decidían exterminarlos.

En nuestro país, este proceso es particularmente trágico. La derrota cultural de los pueblos originarios fue acompañada de inhumanas e intensas campañas de aniquilamiento y desplazamiento masivos que hicieron prácticamente imposible su desarrollo sostenible aun en marcos de un relativo aislamiento. 

La estructura urbana y la matriz económica del país en sus sucesivas etapas, forzaron una tendencia a la inviabilidad de las comunidades indígenas. Las campañas forzosas de evangelización primero, y de “estatización” y “nacionalización”  socioeducativa después, ofrecieron un canal de supervivencia, de fuga, al destino de exterminio. Promovieron la emigración y el debilitamiento de las comunidades, combinando con su progresiva corrupción. Las comunidades al día de hoy, se ven obligadas a la aceptación de dádivas y condiciones humillantes, a cambio del reconocimiento formal de su existencia.

Las particulares consecuencias de esta derrota en nuestro país, derivaron incluso en su incapacidad de construir un centro de gravedad que funcione como “organismo nacional” garante de la supervivencia sobre la base de demandas permanentes relativamente democráticas generales. El aislamiento unas de otras, complica asimismo a las comunidades en la conformación de movimientos sociales indigenistas regionales de magnitud como en el caso del proceso boliviano y ecuatoriano o mexicano. Sin embargo están ahí, cuidando su herencia y esperando el tiempo en el que puedan ser de una vez por todas.


Sin embargo, en el marco de que todo proyecto político concreto necesariamente tiene carácter regional, la cuestión indígena asume una dinámica de protagonismo fundamental, clave en la comprensión y abordaje de la situación política y social latinoamericana de los tiempos por venir, en la era del pachakutik.

Las comunidades andino-amazónicas van construyendo con epicentro en Bolivia y Ecuador un sistema radial de organización y politización desde el eje de la cultura que se encuentra con la resistencia hostil y reaccionaria de los grupos concentrados y sectores medios occidentalizados.

Es el movimiento indígena entonces, la punta de lanza de la confrontación contra occidente en nuestro continente, allí anida el núcleo civilizatorio fundamental para la construcción de una nueva sociedad regional humanista integrada soberana y libremente al mundo.

En la Argentina, la extrema debilidad relativa del movimiento indígena de momento ha  impedido su constitución inmediata como sujeto político material, aunque no simbólico, atento a su efectiva existencia y protagonismo regional, hacia eso transitan las luchas sostenidas por el restablecimiento de derechos sociales y ancestrales de las comunidades, con especificidades para la niñez, la juventud, la mujer, la ancianidad y la familia. Como así también la defensa por la plena soberanía sobre sus territorios, la vigencia de sus cosmovisiones y la organización comunitaria como pasó necesario hacia un nuevo modelo civilizatorio. 

La irrupción de un sujeto sociocultural revolucionario que integre en su concepción estratégica un conjunto de visiones que le permitan constituirse cabalmente como tal, con un componente indigenista, lo convertirá en un actor inevitable del proceso de crisis nacional y regional frente a la actual crisis integral de occidente que se manifiesta con sus particularidades en la región. 


Es decir, que seriamente no existen condiciones para la conformación de un sujeto político local emergente de un proceso cultural previo, como en el caso de la región andina o el que expresan para el mundo la resistencia y los pueblos de Oriente Medio. 

Es evidente que la matriz civilizatoria que eclosiona con la propuesta de occidente para nuestros pueblos y comunidades, en nuestro país la expresa la debilidad cierta del indigenismo, sin detenernos en los efectos de la potencia que la propaganda colonial modernista sostiene, presentando a este proceso como extraño a nuestra “cultura” y nuestras “costumbres”, de igual manera presentan al Islam en el mundo, lo que no nos debe sorprender toda vez que el enemigo siempre ha jugado de esta manera, no solo con el indigenismo y el Islam, sino en su momento respecto del mismo socialismo, tratando de impedir la revelación de una  verdad tan evidente como que más allá de la oligarquía y las clases medias urbanas, lo más alejado a la región de Abya Yala, es el mismo occidente.  

Pero sí existen condiciones para la construcción sobre la base social de este este elemento como componente fundamental de lo que ha de ser nuestra propia revolución, de allí los lazos indestructibles hacia este proceso que protagonizan las nuevas fuerzas políticas culturales en la región de Abya Yala con las comunidades indígenas de la región, poniendo el blanco de la lucha política antiimperialista y humanista, en la decadencia de occidente y su experimento fallido en la sociedad nacional latinoamericana.

Los aspectos de este componente que lo hacen permeable a esta estrategia derivan de una serie de fenómenos. Entre ellos podemos enunciar la historia de lucha de sus mayorías populares contra la injusticia y la opresión, contra el colonialismo, por la soberanía, la democracia y la justicia social, en cuyos momentos más  álgidos y radicalizados, buscó la cooperación y el rescate de las culturas populares ancestrales. En concordancia con ello existe toda una tradición de proyectos comunitaristas en las izquierdas del movimiento nacional latinoamericano realmente existente, hacia donde se orientan con mayor profundidad los procesos de Bolivia, Venezuela y Ecuador en su formulación genérica de “socialismo del siglo XXI”. 

Este elemento componente en los sectores populares, lo hace permeable al mensaje indigenista en un marco de búsqueda de opciones a occidente.  

De ahí que con el “socialismo del siglo XXI” como divisa, y el indigenismo como influencia y componente objetivo integrante de la propuesta revolucionaria, podemos contar con un arsenal político ideológico de granito en la guerra cultural contra el cáncer de occidente en Nuestra América.

Bregando en una cosmovisión y creencia que nos permita superar la descomposición que atraviesa a nuestras sociedades, el indigenismo de Nuestra América profunda  ha resistido los embates de un modelo de exterminio y supresión identitaria y cultural, paradigma de resistencia hacia un nuevo modelo civilizatorio que ha sostenido, a pesar de las inclemencias, una serie de valores y virtudes para la organización de la vida pública y privada que van a contramano del consumismo materialista, el hedonismo y los vicos que promueve la civilización occidental .

*Extracto de “La batalla cultural como estrategia revolucionaria”, abril del 2012.

jueves, 5 de marzo de 2015

Cátedra Itinerante: "Paradigmas hacia un nuevo modelo civilizatorio"

El Instituto Taki Onqoy se propone profundizar en la búsqueda de alternativas a la crisis de valores que atraviesa la sociedad moderna, para ello avanza en la planificación de lo que será la Cátedra itinerante “Paradigmas hacia un nuevo modelo civilizatorio” que busca extenderse a diversas universidades del país.

Desde propuestas que han sido pensadas y trabajadas durante el pasado año junto a referentes indígenas, comunidades y organizaciones sociales, como así también instituciones y colectividades que presentan un mismo diagnostico sobre la crisis de valores que atraviesa a la sociedad en su conjunto.


En ese sentido las resistencias y los paradigmas civilizatorios propuestos por culturas ancestrales, dan cuenta de una espiritualidad que sostenida por pueblos y comunidades organiza la vida personal y social a contramano de la desintegración y el vacio generados por el consumismo, los vicios y el hedonismo.


De allí que cobra fundamental importancia generar un espacio de análisis de las civilizaciones y tradiciones espirituales, como así también de la resistencia en el mundo al avance de la insignificancia de lo esencial, todo esto y mucho más como componentes de una batalla cultural que atraviesa a toda la civilización.


La propuesta del Taki Onqoy se enmarca en diversas actividades nacionales que, desde el ámbito académico y universitario, puedan visibilizar culturas y alternativas frente a la imposiciones coloniales y civilizatorias que ha sostenido occidente sobre nuestros pueblos y comunidades, generando desde la Cátedra Itinerante ámbitos de encuentro con la cosmovisión de los pueblos indígenas de la región de Abya Yala, la filosofía y la espiritualidad islámica, como así también aquellas experiencias gubernamentales que en el centro y sur de nuestro continente comienzan a transitar grandes cambios y “tenciones creativas”, que cuestionan la esencia de la forma de vida que nos han impuesto.


La Cátedra organizada por el Instituto Taki Onqoy contará con la colaboración del referente Qom Félix Díaz, Qarashe (autoridad principal) de la comunidad Potae Napocna Navogoh; el Director del Instituto Al-Gadir, Sheij Feisal Morhell; el profesor Wanka Willka del Instituto Qheshwa Jujuymanta; con quienes buscamos darle forma a una propuesta que se ha venido trabajando desde hace tiempo junto a los sectores populares que se organizan en la cuidad, el campo y comunidades, como así también junto a estudiantes, jóvenes y espacios de la cultura.


Ali Rida, Secretario General de la Organización para la Liberación Argentina y referente del Instituto Taki Onqoy, sostuvo que "frente a la profunda crisis de valores que atraviesa la vida cotidiana, la destrucción de la familia y las relaciones sociales, la apertura y naturalización de todos los vicios que desgarran a nuestros pueblos, sostenemos que el diagnostico sobre la crisis de occidente es clara y evidente, siendo necesario pensar juntos los paradigmas hacia otro modelo civilizatorio". En esa búsqueda se encamina esta Cátedra.