miércoles, 16 de abril de 2014

Nace Jóvenes Al Frente en la EMPA

Jóvenes al Frente es un movimiento juvenil que hace varios años viene organizándose en los barrios, los secundarios, terciarios y universidades en distintos puntos del país. Retomando las banderas latinoamericanistas, las experiencias históricas de lucha de nuestro pueblo, y reencontrándonos con valores ancestrales de nuestra América, impulsamos la solidaridad, la cultura y la organización de la juventud, hacia la construcción de una nueva sociedad, de un sistema de igualdad entre los hombres y mujeres de nuestro pueblo. 

Desde una perspectiva cultural y artística damos nacimiento a Jóvenes al Frente en la Escuela de Música Popular de Avellaneda, con propuestas superadoras y de unidad, intentando construir una alternativa real en contra de las iniciativas voluntaristas y conciliadoras. La idea es generar mecanismos que nos permitan solucionar los problemas inmediatos que nos acometen a diario y al mismo tiempo fortalecer las herramientas que nos permiten luchar por condiciones dignas de estudio, repudiando el vaciamiento de la educación pública, apoyando la lucha docente y trabajando en criterios de unidad de las fuerzas en pos de un movimiento estudiantil transformador.
Reivindicando al músico como trabajador, entendiendo el arte como profesión y como herramienta de trabajo, nos proponemos coordinar con espacios culturales que briden la posibilidad de tocar sin restricciones ni condicionamientos, abriendo sus puertas para el desarrollo de nuestra lucha.
Luchando por difundir la cultura popular, marcamos una firme diferencia con el arte de mercado y los grupos económicos que se enriquecen a costa del artista y la cultura. Buscamos reencontrarnos con nuestras raíces latinoamericanas y su riqueza cultural, rompiendo con el arte vacío y desintegrador de la globalización. Comprendemos de esta forma la importancia de generar actividades, tanto callejeras como en la EMPA, que difundan un arte popular y combativo, acercando a la gente y a los jóvenes estudiantes la problemática que transcurre en nuestra escuela y la sociedad.

Este año: uno más en el caos..
Este año en la EMPA la inscripción y matriculación, como en los años anteriores, está sumida en la desorganización y la falta de planificación. Visualizar esta realidad deja al descubierto, más allá de la buena voluntad que puedan tener algunos profesores, asistentes o directivos, la incapacidad institucional para generar un mecanismo que responda a las necesidades de los estudiantes.
Es por eso que los estudiantes de la EMPA debemos dar la discusión para favorecer la organización y presionar a los puestos de poder, directivos, CAI (Consejo Académico Institucional) y Centro de Estudiantes, para que generen respuestas a esta situación.
Sin embargo debemos entender que esto es consecuencia de un problema de fondo más serio: el vaciamiento de la educación pública. La falta de inversión por parte del Estado condiciona la capacidad tanto estructural como educativa de nuestras escuelas, terciarios y universidades. La falta de bajada de horas cátedra, de espacio físico, los paupérrimos sueldos docentes y los problemas edilicios y de material, conllevan a la situación que vivimos como estudiantes. La lucha en este sentido debe desenmascarar las propuestas que se adaptan a la miseria estatal y generan soluciones fáciles y rápidas sin salidas a largo plazo.
Es evidente el caos que se genera en la cursada a raíz del ingreso masivo en nuestra escuela cada vez que comienza el ciclo lectivo, consecuencia de problemas estructurales y educativos que hace años vienen prometiendo solucionar. Precisamente, el problema no es que haya gran cantidad de personas interesadas en formarse como músicos populares, sino que la escuela no tenga la capacidad de afrontar y resolver las necesidades de los alumnos ingresantes. Preguntarnos cuales son los pasos a seguir para poder brindar a todos los estudiantes la oportunidad de estudiar debe ser nuestro desafío en pos de una educación inclusiva.
Poner en funcionamiento formas de restricción en el ingreso, que hoy es irrestricto gracias a las luchas anteriores, es poner un filtro a la educación. Pensando en la construcción que se lleva a cabo en el EDIFICIO PROPIO de la EMPA, ¿Cuál sería exactamente la función de esta metodología de ingreso? Solo una solución cortoplacista y desintegradora. La organización es uno de los pilares fundamentales para que se exploten al máximo las capacidades actuales de la escuela, pidiendo más horas y concursantes para las aulas desocupadas, reclamado nuevos espacios de cursada para la EMPA, en fin… buscando una salida a corto plazo, y logrando la coordinación a través de un proyecto que apunte a solucionar el verdadero problema de nuestra educación, impidiendo dejarnos sin respuesta al gobierno provincial y nacional, que debería respaldar nuestra necesidad educativa.

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