Corriente del Pueblo*
Liberales y progresistas en un compendio de buenas, "buenísimas" intenciones contribuyen a extraviarnos en un laberinto de inseguridad creciente para la población y de fortalecimiento y extensión territorial de los complejos circuitos de economía criminal.
Nosotros no tenemos dudas como se resuelve las dinámicas que rompen el tejido social desde el crimen organizado, las cosmovisiones y tradiciones ancestrales han sido muy claras al respecto en sus vivencias comunitaristas.
Liberales y progresistas en un compendio de buenas, "buenísimas" intenciones contribuyen a extraviarnos en un laberinto de inseguridad creciente para la población y de fortalecimiento y extensión territorial de los complejos circuitos de economía criminal.
Nosotros no tenemos dudas como se resuelve las dinámicas que rompen el tejido social desde el crimen organizado, las cosmovisiones y tradiciones ancestrales han sido muy claras al respecto en sus vivencias comunitaristas.
Para la OLA no hay concesiones para quienes optan por los circuítos de la economía criminal, sencillamente porque damos desde nuestras construcciones condiciones para ordenarse en la vida publica y privada el hacer bien, y prohibirse el daño, lo execrable.
En nuestra cotidianidad quien incurre en faltas contra la comunidad (en lo barrial, con los campesinos, la juventud, la mujer, la ancianidad, los niños, la naturaleza en toda su dimensión) no tiene cabida en nuestra fuerza.
Un maltratador de mujeres es expulsado de nuestra organización, y a la hermana se la contiende, se le da seguridad; a quien desde afuera agrede ese "suma qamaña" que vamos creando allí donde nos organizamos, como autogobierno comunal que somos, se le da un correctivo.
Por supuesto que cuando alguna de estas mafias, que se promocionan como mano de obra para acciones selectivas contra lo nuestro, ha intentado meternos droga u otra expresión de descomposición social, a los soldaditos que enviaron los sacamos con la dinámica de la justicia comunitaria, algunos deben estar todavía corriendo; asimismo si hubiera una violación inmediatamente los hermanos y hermanas, la reserva moral de la comunidad organizada, le harían saber al abusador sexual que es la justicia comunitaria de manera más severa y contundente.
La batalla cultural en lo cotidiano es nuestra estategia revolucionaria, y en muchas dinámicas sabemos que impulsamos, incluso a contramano de sectores populares, un proceso constituyente de un nuevo modelo civilizatorio, de otros paradigmas.
*Movimiento barrial de autogestión y participación popular que desarrolla expresiones de poder propio y autogobierno allí donde se organiza.
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