“La indigencia teórica arrastra
a los desastres estratégicos”, sostenía acertadamente John William Cooke al
expresar los propósitos de los Apuntes para la Militancia. Seguramente para
algunos sectores políticos ciertas líneas aquí desarrolladas rozaran la
herejía, de acuerdo a algunos dogmas establecidos luego de innumerables
colapsos políticos e ideológicos y del creciente desarraigo de las presunciones
revolucionarias al interior del movimiento popular.
Pensar en un punto concreto
de síntesis entre el Cooke de la Acción Revolucionaria Peronista (ARP) y el
Mario Roberto Santucho del PRT-ERP, podría, a primera vista, resultar una tarea
infructuosa. Mas aun si la misma se establece desde los prejuicios de expresos
“sistemas de creencias” impuestos por el derrumbe ideológico posterior a las
derrotas estratégicas de fines de los 70. Sin embargo, ambos llegaron a
conclusiones cercanas que sientan, sin dudas, algunos principios elementales
para la articulación del movimiento revolucionario presente.
Santucho, a través del
esbozo de construcción de la Organización para la Liberación de Argentina (OLA)
con los Montoneros y la OCPO, interpretó cabalmente que no habría revolución
posible sin el peronismo revolucionario. Sin dudas, esta reorientación
ideológica y política, superadora de algunos conceptos vertidos en el “Poder
Burgués y Poder Revolucionario” (1974), se presentó como una disposición no
solo táctica sino centralmente estratégica: “…que unifique la lucha
antidictatorial y encauce un trascendental proceso hacia la completa unidad política
y militar de las organizaciones revolucionarias proletarias y populares…”
(Boletín Interno Nº121 del PRT, 14 de Julio de 1976).
Cooke, en el Congreso de la
Liberación Nacional realizado en Buenos Aires, en noviembre de 1959, proclamó
una serie de conceptos categóricos: “… de la misma manera que declaro que no
puede haber liberación sin el Peronismo, reconozco que tampoco podrá hacerla
exclusivamente el Peronismo. La tarea requiere una movilización popular muy
vasta, una gran política de masas orientada por un programa que sea, al mismo
tiempo, inflexible en el mantenimiento de ciertos principios fundamentales y
suficientemente amplios como para superar los particularismos ideológicos de
sectores que coinciden en el propósito común.”
En primer lugar, podríamos
reafirmar que tanto en Santucho como en Cooke se imponía el “propósito común”
por sobre los “particularismos ideológicos”. En segundo, que ambos llegaron a
comprender que las divergencias en la estrategia y la táctica, e incluso en
cuestiones de “identidad”, no podían abortar la búsqueda de “…la plena libertad
del hombre y la plena soberanía de la nación”. Santucho pensó en la OLA y Cooke
en el Frente de Liberación Nacional, ante diferentes periodos de la realidad
política argentina, como las herramientas estratégicas que permitieran el
despliegue de las inmensas fuerzas del pueblo.
Repensar, estudiar, asimilar
y aprender de estas experiencias son medidas que permitirán a la militancia
revolucionaria y patriótica frustrar la “indigencia teórica” que tanto se
fecunda en las usinas ideológicas de las izquierdas vernáculas y los
nacionalismos domesticados. Ir en la búsqueda del “propósito común” será la
gran plataforma que nos ubique por fuera de los esquemas de las jactancias
amenazantes y discursivas, y si, finalmente, en las verdaderas batallas por la
libertad de la Argentina.
*Integrante del Secretariado Nacional de la
Organización para la Liberación Argentina-OLA
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