Un gran número de tropas, tanques, la fuerza aérea e incluso la Armada aguardaban el bravo ataque de la guerrilla del ERP. 20 toneladas de armamento esperaban ser sustraídas del Depósito de Arsenales Domingo Viejobueno, situado en la ciudad de Lanús: 900 FAL con 60.000 tiros, 100 M-15 con 100.000 tiros, 6 cañones antiaéreos, 15 cañones sin retroceso, 150 subametralladoras e itakas.
A fines de 1975 el Golpe de Estado ya estaba planificado y el propio PRT-ERP manejaba dicha información. El Partido Militar se preparaba para tomar nuevamente el timón del país ante el deterioro del Gobierno de Isabel Perón y su incapacidad para detener el avance revolucionario e implementar los planes del imperialismo en el país. Para instalar plenamente el neoliberalismo era preciso desarmar política, ideológica y militarmente al pueblo trabajador.
El PRT, y su brazo armado, en este sentido, aspiraban a dar un salto en la capacidad de combate frente a la inminencia de la asonada militar. La captura de semejante cantidad de armamento, sin dudas, pondría en óptimas condiciones a la guerrilla frente a los tiempos venideros; pero no solo eso: una acción victoriosa sería un aliciente para el conjunto del pueblo trabajador, en pleno repliegue por la acción terrorista de la Triple A y los grupos paramilitares.
El plan de ataque y su ejecución manifestó una audacia sin precedentes y un nivel de despliegue de fuerzas que situaron a “Monte Chingolo” como la mayor batalla urbana de los revolucionarios en el país: bloqueo de 9 puentes carreteros del Riachuelo y de las dos rutas La Plata-Capital Federal, hostigamiento de las comisarías de la zona para neutralizarlas y la construcción de un cordón defensivo en las principales calles de acceso al cuartel.
El buró político del PRT en el Boletín Interno del 27 de diciembre de 1975, afirmaba: “A las 19:45 horas, al llegar nuestros compañeros al cuartel, apenas iniciado el ataque se encontró fuerte resistencia proveniente fundamentalmente de ametralladoras pesadas, que castigaron duramente a nuestro grupo de ataque. Pese a ello, los compañeros -demostrando un heroísmo sin par- siguieron adelante y desalojaron al enemigo de la Guardia Central y de una de las Compañías; pero la intervención inmediata de refuerzos existentes dentro del cuartel, de helicópteros y aviones, y de más refuerzos que, según se supo posteriormente, estaban emboscados en la zona, imposibilitó el copamiento del resto del cuartel.” Un infiltrado en las fuerzas guerrilleras había aportado datos al enemigo que puso en alerta al ejército sobre un posible ataque de envergadura, de allí la preparación de una fuerte resistencia y la utilización de ametralladoras pesadas desde las torres.
Recién a las 21 hs. el mando del grupo de ataque del ERP ordenó la retirada del cuartel. A pesar de la intervención del Ejército, la Marina, la Aeronáutica, la Gendarmería, la Policía Federal y la Policía Provincial, el enemigo debió utilizar una gran fuerza para contrarrestar el copamiento.
El ERP no solo demostró la moral y la audacia de sus combatientes, sino una capacidad de despliegue y un valor político que ni la derrota en el plano militar pudo tapar.
“…en la guerra de nuestra primera independencia, tres ejércitos patrios fueron derrotados y casi aniquilados en Paraguay y Bolivia. San Martín se sobrepuso a la derrota de Cancha Rayada y a inconvenientes sin fin para ejecutar su plan estratégico. Bolívar fue cuatro veces derrotado en Venezuela, aniquiladas sus fuerzas, obligado a irse del país, y las cuatro veces retornó, reinició la lucha hasta imponerse. La revolución cubana sufrió golpes durísimos, como más de 80 muertes en el Moncada, varios centenares en la toma del cuartel de la Marina de Cienfuegos, el aniquilamiento de la casi totalidad de la fuerza expedicionaria del Granma. En China, sólo los levantamientos de Cantón y Shangai costaron decenas de miles de muertos al PC, y en la Larga Marcha perdieron sesenta mil de los noventa mil que la iniciaron.” (Boletín Interno N° 98, 27 diciembre de 1975)
Ante las derrotas las ínfulas del enemigo se acrecientan a niveles superlativos y la cobardía suele asociarse a la parcialidad victoriosa. Pareciera que después de 38 años los cobardes no han podido reconocer que nuestros hermanos y hermanos corrieron todos los riegos, derramaron su sangre, sufrieron la cárcel y las torturas. En las victorias, aunque siempre sean ajenas, esos mismos preparan banderitas, gritan hasta el llanto y posan para las fotos.
Decía Fidel Castro: “Comenzaba para mí entonces la misión que consideraba más importante en este juicio: destruir totalmente las cobardes calumnias que se lanzaron contra nuestros combatientes, y poner en evidencia irrebatible los crímenes espantosos y repugnantes que se habían cometido con los prisioneros, mostrando ante la faz de la nación y del mundo la infinita desgracia de este pueblo, que está sufriendo la opresión más cruel e inhumana de toda su historia.”
En estos 38 años hemos ganado una victoria fundamental: NADA NI NADIE ESTA OLVIDADO. No hemos permitido que el homenaje al heroísmo fuese el espectáculo de verborreas lacrimógenas, ni hemos dejado en el olvido a nuestros hermanos. No nos hemos callado ante los ataques del fascismo para justificar la dictadura genocida, ni ante la “critica” lapidaria de las izquierdas vernáculas.
Nos seguimos conmoviendo con el grito de ¡Viva la Revolución! o el canto de la marcha del ERP ante la muerte disparada por los militares genocidas, o el avance incesante de los combatientes guerrilleros bajo el fuego trémulo del ejército contrarrevolucionario. La derrota en Monte Chingolo fue cierta, pero no definitiva porque la lucha continúa.
*integrante del Secretariado Nacional de la OLA
Ustedes eran los verdaderos terroristas. Nadie los quería en los 70 y el pueblo les dio la espalda. Si hoy están triunfantes, es por el apoyo del poder mundial, los Illuminati, los Bildelberg, la Masonería y el Sionismo, que fomentan a porquerías como ustedes. Y lo criticable al Proceso de Reorganización Nacional es que hayan hecho las cosas tan mal: tirar la piedra y esconder la mano, negando una guerra que desataron ustedes. La desinformación es muy, muy grande: el periodismo les juega a favor. Pero algún día se sabrá la verdad.
ResponderEliminarEl comunismo es el ariete y herramienta del neoliberalismo, para acabar con la pequeña y la mediana empresa. Se fagocitan a todos los chicos y se quedarán con todo. Y la clase media es su primer objetivo: igualar, literalmente, para abajo: cero cultura (clásica), cero educación (tradicional y de cualquier tipo) y cero economía. Con eso el país estará de rodillas frente al Nuevo Orden Mundial. Por eso ustedes están de buenas: por el apoyo exterior. Adrián Salbuchi, Julio Carlos González y Juan Carlos Córica, mentes preclaras, tienen razón. Y ustedes son unos enfermos mentales y espirituales, envenenados con el marxismo. Marx, Lenin y Trotzky eran SIONISTAS. Y ustedes son sus siervos.
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