Ante los hechos sucedidos en
la localidad de Humahuaca el día miércoles, donde fuera agredida y expulsada de
sus tierras la familia Urbina por un movimiento "social"
perteneciente a La Red
de Organizaciones Sociales que lidera en la provincia de Jujuy la Organización Barrial
Túpac Amaru, con el solo fin de garantizar un negocio inmobiliario, resultando
asesinado cobardemente el joven Luis Condori.
Lo primero que debemos
señalar es la actitud del pueblo de Humahuaca que dignamente reacciono ante la
injusticia con la firmeza que era necesaria, solidarizándose con la familia del
joven. De más esta señalar que a este tipo de reacción nos obligan estas
organizaciones mafiosas que abundan en el norte de nuestro país y a las que
desde la Corriente
del Pueblo hemos tenido que soportar innumerables veces.
Quienes nos organizamos en
movimientos ya sean políticos, sociales o culturales durante la última década,
hemos visto como organizaciones del campo popular son ni más ni menos que el
reflejo de una sociedad que se encuentra en franca descomposición.
Desde la Corriente del Pueblo
sostenemos una profunda batalla cultural que libramos dentro de nuestras
propias construcciones e interpela a la sociedad en su conjunto, los vicios que
corrompen y degradan la condición humana a su más miserable faceta de abusos e
injusticia, se expresan en amplios sectores y se organizan y comercializan
desde los principales centros del poder y se reproducen lamentablemente en
diversos sectores de nuestro pueblo.
La naturalización con la que gran parte de nuestra población permite
frente a sus narices que punteros y narcos dispongan a su capricho sobre la
vida y la muerte, la naturalización de los negociados que permiten la
continuidad de los mismos miserables de siempre al frente de las grandes
decisiones, sosteniendo sin ningún tipo de principios que todo da igual, la
justicia que la injusticia, el bien que el mal. ¿O a alguien se le pasa por
alto que hoy en Jujuy y en la
Argentina hay dirigentes sociales, políticos y sindicales
adictos al poder de turno que son multimillonarios gracias a los negocios que
realizan utilizando a propios y a extraños? En la Argentina de hoy se
conjugan los barrabravas, con las organizaciones sociales, la burocracia sindical
y los punteros políticos, en un cóctel que incluye todo tipo de negociados. Por
eso sostenemos: La
Organización Social Titi Guerra es solo un pequeño eslabón en
una inmensa cadena de corruptelas y negociados. Cadena que incluye a mucha
gente: políticos de primera y segunda línea; jueces, secretarios, fiscales y
policías.
Lo sucedido en la localidad
de Humahuaca nos muestra una vez más que hay quienes desprecian completamente
la condición humana de sus propios hermanos y hermanas. Desde ya que esas
personas no merecen nada más que nuestro desprecio pero como dice un dicho
bastante popular "no es la culpa del chancho, sino del que le da de
comer". La
Organización social (y empresarial) Titi Guerra no es más que
ese chancho.
Para nosotros la política es el
ejercicio de servir y no de servirse, y desde ese principio organizamos pueblo
por eso nos indigna la miseria en la que han caído tantos.
Desde la Corriente del Pueblo
sostenemos que es necesario construir una nueva humanidad y que la falta de
reacción ante la imbecilidad grande y pequeña de los hombres, la liviandad en
que vivimos, la aceptación sumisa de todas las formas de opresión, la
normalización de todo tipo de inmoralidad en la vida pública y privada nos hace
cómplices de la decadencia del género humano. Para eso creemos que desde los
valores éticos manifestados en la
cosmovisión andina, hay que resolverse a cortar de raíz, todo aquello que sostenga o intente normalizar el robo, la
mentira, la flojera, el servilismo, la adulación, la corrupción y los vicios.
Solo ordenando el bien y prohibiendo el mal, como lo enseñan todas las
tradiciones espirituales, es posible otro modelo de civilización.
CORRIENTE DEL PUEBLO
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