La intensidad y
continuidad de la violencia impulsada por las bandas armadas impostadas en
Oriente Medio, y en particular las acciones contra la influencia directa de la
resistencia a estas agresiones, la República Islámica de Irán, buscan mellar el
corazón de la resistencia islámica a esa propuesta de apartheid global
impulsado por el proyecto-mundo-occidente que representan particularmente la
entidad sionista y el imperialismo norteamericano, junto a sus aliados menores
de las potencias europeas, impulsando también acciones contra las naciones de
Nuestra América.
Ali
Rida Eric Peralta*
En el nombre del desarrollo y la prosperidad, la defensa
de la libertad y los derechos humanos y otros lemas falsos, las principales
potencias impulsan ataques permanentes sobre pueblos y gobiernos, la
independencia y sus fronteras son violadas por grupos financiados e impostados
en territorios de distintas partes del mundo, el eje sionista-americano golpea selectivamente
contra los procesos no funcionales a sus políticas y propuesta civilizatoria.
Ahogando regiones enteras del mundo en el caos profundo,
derramando sangre y asesinando, compitiendo en las formas de exterminio, compitiendo
en la crueldad de los métodos, y lo hacen para saquear a las naciones y
tragarse sus riquezas y el producto de sus labores, poniendo bajo su
sometimiento a los países en los que logran intervenir.
En ese plan de dominio integral que pretenden instalar
globalmente, no escatiman recursos, ni acciones de un programa sostenido a
rajatabla, desarrollando en cada región planes coincidentes, programas de
acciones que parecieran no tener relación entre sí, así entonces aparecen
frente a las realidades de los pueblos y gobiernos de distintos continentes
dilemas a resolver que lejos de funcionar aisladamente, la elite mundial los ha
promovido aquí y allá con precisión detallada.
Como hemos visto, el creciente desprestigio de los países
centrales y los organismos internacionales que legitiman sus políticas ante los
pueblos y comunidades del mundo, ha generado la sustitución, cuando les es
posible la combinación, de la injerencia directa de sus fuerzas militares, por
las tácticas de guerra no convencional.
En aquellos países que, contando con recursos naturales y
estratégicos, se transitan procesos desde los intereses nacionales y de
integración regional, administrando desde los estados los bienes energéticos,
minerales, hídricos, es donde la intervención imperialista ensaya de manera
continua los actos de sabotaje, las acciones armadas, ataques selectivos, la
insurrección de grupos rebeldes, la infiltración en los movimiento de masas
como en los órganos de los estados, buscando sostenidamente la
desestabilización y el desgaste de aquellos gobiernos que transitan procesos
independientes al capital financiero internacional y sus trasnacionales, y
fundamentalmente a contramano de los intereses del complejo empresarial-militar
norteamericano e israelí.
El eje de la resistencia en Oriente Medio, y los
gobiernos y pueblos de Nuestra América, particularmente aquellos que impulsamos
la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) en la lucha contra la
pobreza y la exclusión social, enfrentamos un enemigo en común.
El capital trasnacional persigue la liberalización
absoluta del comercio de bienes y servicios e inversiones, desde allí que las
potencias occidentales tratan de lograr sus objetivos estratégicos a través de
implosiones internas, impostando grupos armados, inyectando y financiando a
sectores políticos y sociales opositores, como así también a los circuitos de
la economía criminal, narcotráfico, redes de trata y tráfico de armas, sosteniendo
paralelamente usinas de propaganda y guerra psicológica sobre la población
mundial, a fin de generar corrientes de opinión favorables a sus planes.
La corriente takfiri y sus grupos terroristas ideados
desde la CIA, la Mossad y Gran Bretaña, se
extiende desde hace 15 años en toda la región árabe, adquiriendo
capacidades de un estado, promoviendo y difundiendo sus ideas en todo el
mundo,
estableciendo escuelas y
universidades, creando centros de investigación, periódicos, editoriales y
canales por satélite.
A ojos vista, que las intervenciones en los territorios
de estos grupos se vinculan a los circuitos de la economía criminal, alimentando
los principales ingresos de la economía global del capital financiero
internacional, narcotráfico, redes de trata de personas, tráfico de órganos y
armas, son las principales denuncias realizadas por organizaciones humanitarias
y los gobiernos y grupos que resisten a las agresiones, apuntando contra Israel
y Estados Unidos.
Los terroristas del Frente al Nusra y el llamado Estado
Islámico expresan con sus blancos y métodos elegidos, la afinidad de estas bandas
criminales con los planes del eje sionista-americano, quienes buscan
encaminarse abiertamente contra el eje de la resistencia expresada
fundamentalmente en las fuerzas patrióticas sirias, en la organización libanesa
de Hezbollah, y en el sostén de todas las expresiones de la resistencia a los
planes occidentales, incluido Hamas y el Yihad Islámico en Palestina, que desde
hace cuatro décadas representa el Irán revolucionario.
Por otra parte nuestro continente, no es ajeno a los
cimbronazos y disputas en el orden internacional, las amenaza de una posible
agresión de EEUU contra Venezuela, sostenida por los planes de
desestabilización de las clases dominantes nativas y el capital trasnacional, articulando
grupos paramilitares, narcotraficantes y sectores civiles, junto a sectores
políticos opositores buscando condicionar, o directamente derrocar al gobierno;
estos planes orquestados por Norteamérica son acompañados por la europa de la
decadencia que una vez más, como lo hace en las intervenciones de Oriente
Medio,
cierra fila con el imperialismo
norteamericano.
En ese sentido cabe recordar también el papel de los
sectores socialdemócratas, referenciados en la figura de Pablo Iglesias, este
alfil del recambio en España hace apenas semanas estuvo reunido con
funcionarios norteamericanos para discutir la agenda de Nuestra América donde
la mirada sobre Venezuela fue parte de los puntos acordados.
Ha sido el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el
ayatolá Seyed Ali Jamenei, en una reunión mantenida en la capital persa, con el
mandatario venezolano, quien puso de relieve el papel de la Revolución
Bolivariana afirmando que “la hostilidad de la hegemonía mundial con Venezuela
deviene de las valientes posturas de ese país y su influencia estratégica en
toda América Latina”.
Una pieza más en los planes regionales del sionismo, ha
sido en nuestro país la muerte del Fiscal
Alberto Nisman, donde puede observarse el
accionar del Mossad de la entidad sionista y la CIA norteamericana, que al
igual que en otros lugares del mundo, pone en función operaciones en las que no
dudan en eliminar, o sugerir el suicidio,
incluso a algunos de sus operadores.
La muerte del fiscal Nisman quien fuera cercano al
kirchnerismo en sus primeros años, genera significantes en el ideario social,
que parecen responder a un único plan, seguir condicionando desde adentro al gobierno
nacional y su política exterior, y a su vez sostener localmente la estrategia
general de las potencias occidentales de difamar al Islam, y con ello buscar
apagar la explosión de luz que ha significado la República Islámica de Irán.
Es cierto que el sionismo y sus planes en esta región del
mundo han encontrado un aliado, más allá de su juego pendular, las principales
políticas del gobierno nacional han legitimado y amparado su accionar, las
trasnacionales del saqueo, los funcionarios agentes del sionismo, la no
expulsión y el cierre de las instituciones israelíes en nuestro país luego de
los crímenes de lesa humanidad perpetrados contra la población Palestina por el
régimen israelí de ocupación, como la aceptación de la intervención sionista en
nuestro territorio de fuerzas militares de exploración que ocupan la Patagonia
y otras regiones, confirman la real incidencia del sionismo en la política
interna.
Pero lo que más preocupa a las mafias israelíes es su
creciente desprestigio ante los pueblos por sus violaciones continuas de los
derechos más elementales, la creciente simpatía que se ha ganado la causa
Palestina, y sobre todo la influencia iraní sobre los oprimidos del mundo y el
apoyo que la nación persa brinda a los principales focos de resistencia en
Oriente Medio.
El accionar de organizaciones terroristas, creadas por el
Mossad, la CIA y Gran Bretaña en cualquier lugar del mundo, como ha sucedido
recientemente en Francia, responde a esta estrategia de apartheid global,
autoatentados y fuerzas mercenarias entrenadas y financiadas por las potencias
occidentales seguirá siendo el escenario que se repetirá globalmente.
Dilucidar este escenario y preparar a los pueblos ante el
caos al que pretende arrastrarnos la elite internacional es tarea fundamental
de los gobiernos, siempre y cuando estos tengan el coraje y la intención de
patear el tablero de ese nuevo orden mundial que occidente busca crear
eliminando a 3/4 partes de la población mundial, los planes para el apartheid
global siguen en marcha.
Los defensores del genocidio de esta época están entre
nosotros y como organizaciones del pueblo tenemos toda una batalla
que dar, por un lado, de movilización y lucha
social contra el saqueo que la entidad sionista realiza en nuestro territorio
con sus trasnacionales, y cultural para que el velo de la verdad se imponga
sobre tanta hipocresía institucionalizada y adoptada por algunos sectores de
una ciudadanía desorientada y atravesada por las dinámicas de un modelo
civilizatorio que nos imponen planetariamente.
*Secretario General de la
OLA-Organización para la Liberación Argentina