Recaudación k, sindicalismo y operadores políticos
La crisis se siente en la economía argentina, sobre todo en aquellos sectores más débiles, los trabajadores de la ciudad y el campo. El gobierno nacional, ante este escenario, lejos de definir un camino que fortalezca a los más débiles y controle a los poderosos, mantiene la lógica liberal de impulsar una mayor recaudación afectando el bolsillo de los que menos tienen y no las cuentas bancarias de quienes más ganan.
Se han puesto por estos días en primer plano reivindicaciones que afectan al conjunto de los trabajadores, el impuesto a las ganancias sobre los salarios (es inexplicable que se mantenga en 6000 pesos el mínimo no imponible, generando que los millones que cobran por encima de eso paguen en impuestos anuales un aguinaldo) y la privación de las asignaciones familiares para quienes tienen ingresos mayores a los 5000 pesos.
Así también el techo que se le pone desde el gobierno a los aumentos salariales, con una inflación por arriba del 25% anual, y todas las paritarias cerrando con aumentos de entre el 20% y 25%, nos permite afirmar que lo que se está operando desde el modelo kirchnerista es un “ajuste”.
Nos preguntamos porque no recaudar, por ejemplo, sosteniendo un impuesto a la renta financiera, exenta al día de hoy, ¿será por qué los que llaman a la recaudación compulsiva sobre los asalariados y el pueblo en general desde artilugios como el IVA, son los mismos que amasan fortunas, encaramados en altos puestos del estado o explotando a los trabajadores?
A medida que se profundizan las dificultades económicas, es inevitable que se agudicen los conflictos sociales, y por lo tanto las contradicciones de los sectores dominantes se hacen más evidentes, asiéndose más recurrentes las amenazas, las intervenciones de la Gendarmería y otras fuerzas de seguridad, la persecución a los luchadores con la criminalización y judicialización de los conflictos, o el intento de disciplinar a los sectores movilizados a través de patotas sindicales o sociales.
En este escenario, desde nuestra organizaciones, si bien defendemos el derecho a huelga de un gremio en conflicto, tal como despuntara con camioneros, así como también al paro convocado por CGT, sosteniendo que la manera más efectiva que tienen los explotados de defender su salario y condiciones laborales es con la movilización, no se nos pasa por alto que los principales referentes de esta convocatoria no solo representan a la burocracia sindical, sino que son actores fundamentales de la política tradicional en nuestro país.
No podemos dejar de contemplar además de los intereses en juego, hablando propiamente de las reivindicaciones de los trabajadores ("de los intereses de la clase"), a los actores políticos de peso real que juegan en esta confrontación que poco tiene que ver con la intencionalidad que le quisiéramos dar. Sabido es que el operador Alberto Fernández (asesor de Repsol y nuevo armador de Scioli), entre otros, busca generar una movida que lo tiene a Moyano como ariete para llenar la calle ya no de caceroleros de "gente bien" que reclaman dólares sino de laburantes sindicalizados, la realidad es que el peronismo de todos los colores sabe que es necesario generar la liturgia insurreccional para preparar cualquier recambio de ciclo.
En ese sentido creemos que debemos estar atentos de no ir a la cola de la política más vernácula, el posibilismo reinante no debe distraernos.
CORRIENTE DEL PUEBLO
JÓVENES AL FRENTE – KURMI
MOVIMIENTO CAMPESINO DE JUJUY
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